yamila paredes

Escrita sobre la sensibilidad
de una roca pequeña,
donde se ocultan las lagrimas
y los sueños se funden en leñas.

Delineada sobre una hoja de papel
con trazos sencillos,
colores sin brillo
y letras difíciles de leer.

Paginas llenas de rimas y versos,
amores discretos,
momentos adversos
y muchos secretos.

Sentimientos abrazados
sobre una almohada blanca,
que se guardan en silencio
y se llevan en la espalda.

El tiempo inclemente
sigue su curso,
las noches oscuras
los versos sin fruto.

Una vida feliz
con tristezas escondidas,
soledad llena de gente
y veredas sin salida.

Un silencio oculto
que duro mucho tiempo,
escondió los desvelos
y callo los lamentos.

Pero todo sigue,
la vida continua,
los versos dan su fruto
y la poesía madura.

Hoy los sueños vuelan
y la historia no es la misma,
el camino ahora florido
retoña sobre la hierba.

Sigo Viva.

Supe que tus ojos
me miraban al partir,
se clavaban en mi espalda
como huellas en la arena.

Supe que callaste
como ocultando un secreto,
guardando en tu corazón
una mirada serena.

Supe que me extrañas
que te ocultas de mañana,
en silencio hacia el espacio
para leer mi poema.

Supe que al dormir
dices mi nombre en tus sueños,
y que gritas en silencio
lo que sientes y te aqueja.

Supe que me quieres
pero ocultarlo prefieres,
enterrando tu sentir
como tesoro en la arena.

Huyamos hacia el centro de la tierra,
donde los colores cantan
y las aves florecen,
mientras los ríos secan
los restos del arcoíris que desaparece.

Huyamos hacia un rincón desconocido,
donde las rosas danzan
la melodía que los rayos de sol silban
al vaivén del viento.

Huyamos hacia donde no hay estrellas.
Donde la luna duerme escondida
del invierno que quema su piel.

Huyamos a las madrugadas
que atraparon tus ojos,
y los llevaron a la cima
sobre las alas de un verso.

Huyamos hacia la canción,
que escrita bajo las arenas del tiempo,
ha quedado sin sentido, sin reproche.

Huyamos hacia la locura.
Hasta el sin sentido de mis días.
Hacia el oscuro y lejano camino,
que guía los pasos errantes
de un desconocido.

Huyamos juntos hasta el fin.
Donde la luz se apaga
y la pasión se enciende.
Donde pétalos azules
reclaman nuestros pasos,
y migajas de cariño
derraman sus aromas.

Huyamos hasta aquí.
Hasta la vida.
Hasta el fin.

Cuando el viento tumbe
la ultima hoja que sobrevive al otoño,
solo entonces,
comenzara la primavera en mi huerto.

En el jardín de mis sueños.
En el pasto mas verde, siempre verde,
nunca deja de florecer algún recuerdo.

A veces llueve.
A veces el rocío de la madrugada
renace entre las sombras
de algún pecado que te nombra.

Hay paz.
Hay tranquilidad de luna llena.
Y sin abrir los ojos aun,
con los pies descalzas sobre el pasto,
el sueño acaba.

La realidad de un nuevo día.
La mañana fría.
Labor de la creación.

La rutina atrapa mis sueños.
Ya no hay otoño posible.
El calor del sol enfría mi letra.

Inmersa entre mi verso,
solo espero la tibia noche
que hará renacer el sueño
y la primavera en mi huerto.

A usted, que decidió tomar
las riendas de su propio destino
A usted dedico mis letras

A usted, que decidió dejar atrás
las ataduras de la soledad
y comenzó a vivir su propia vida
A usted, que complacida en otros brazos
desnudo su alma y desvistió su cuerpo
A usted, que decidió teñir su vida
de rubio y de mariposa
para ocultar las cicatrices
de una vida encadenada
Que tomo entre sus brazos
la sabiduría del tiempo y
la madurez del ocaso
para darle luz a sus días
y vestirlos de alegría
Que decidió mostrar su espalda
bajo aquella blusa roja
sin temor a las décadas
a las noches, a las horas

A usted, que levanto su cuerpo
que dormido reposaba ante el mundo
y decidió cambiar el rumbo
con aleteos de mariposa
dejando sola en su habitación
la timidez que aun reposa

Señora
Para usted mis respetos
A usted, que tomo entre sus manos
los pétalos ya marchitos
y los hizo volar al viento
sembrando en el firmamento
sus nuevas raíces florecidas
dispuestas a dar nueva vida
y a colorear cada momento

A usted, que ofrece alegría
y que mostrando una sonrisa
deja volar con la brisa
sus temores, sus lamentos
Que hizo llorar la mañana
despidiéndose de las tristezas
A usted, que cuando reza
hasta las aves se elevan

A usted, que vistió los sollozos
y los coloreo de gozos
con rosado primavera
y dejo caer la lluvia
sobre su rostro cansado
para cambiar su vida
de amarillo y colorado

Señora
Para usted vayan mis versos
Para usted que ha despertado
Que dio la espalda a los prejuicios
y decidió dejar de lado
los lamentos, las tristezas
y que olvidando la pereza
salió a bailar por el mundo
con la espalda descubierta

Heme aquí.
Presa de un secreto,
cautiva de una palabra
que atesora mi piel
y mis manos esconden.

Heme aquí.
Cansada de luchar,
agotada de una batalla
entre mis labios
y mis sentimientos.

Heme aquí.
Con los ojos vestidos de fiesta
y las manos vacías.
Batallando, escondiendo
y viviendo la vida de otro.

Aquí estoy
y aquí sigo.
Andando un camino
oscuro y vacio
sin destino alguno.

¿Hacia dónde voy?
Al final de mi vida tal vez,
al comienzo de otra quizás.
Andando y danzando
sobre pasos sin rumbo.

Heme aquí perdida,
viviendo otra vida.

tu mirada esta tatuada en mi piel
como un acertijo sin resolver

claridad de luz de sol
brillo de luz de luna

tu nombre perfora la esencia
de la ausencia que me devora

tu calma seduce la mía
haciendo crecer poesía

entre las ramas de un árbol
sobre las alas de un ave

dentro de mis noches vacías
bajo las sabanas frías

entre mi piel y el hastío
de pie sobre la hierba

susurrando sin sentido
versos que dicen tu nombre

cansada ya de vagar
entre las calles vacías

tu nombre, tus ojos, tu esencia
me han traído hasta la demencia

Yo era un ave y en ese momento,
decidí volar aun mas alto, emprender un viaje hacia el azul infinito y poder ver de cerca cada estrella, tomar del sol su brillo y hacer que mis alas fueran mas rápidas. Tomar de la luna la pasión y mejorar así mi paso, llegar al horizonte y al cerrar mis ojos, hacer mas intensa y sincera mi vida.
Cada constelación da un motivo a mi vuelo.
Mezo mis alas y el viento me lleva aun mas alto. Hay música de silencio y me embarga la agonía incesante de querer llegar mas allá. Allá donde el viento ya no sopla, donde los brazos largos y tibios de Dios nos detienen para que cambiemos de rumbo. Donde todo parece tener un sentido diferente. Donde ya no estoy sola y puedo ver mejor dentro de mi. Donde se hacen interminables las horas y cada lamento se convierte en una razón mas para continuar.
Yo era un ave y en ese momento decidí volar aun mas alto, tan alto, que el susurro del viento me despertó y al abrir mis ojos me encontraba allí parada, sin movimiento alguno, enredada en un sueño.
Yo solo quería poder volar.

La lluvia canta para mi.
A cantaros vuelan mis pensamientos.
Manos mojadas al aire,
que dejan escapar la esencia
de mi cuerpo en reposo,
que pleno de gozo
deja fluir la imaginación.

Que mañana tan linda,
una mañana lluviosa.

Las aves esconden su plumaje,
bajo las ramas floridas
que el viento mece con delicadeza,
brindándome la certeza
de una naturaleza viva.

Escasamente pueden verse
las personas caminar,
refugiándose en mosaicos
que no puedo descifrar.

Que linda mañana,
una lluviosa mañana.

Cierro mis ojos a ratos
y puedo escuchar a Dios,
que baja en gotas cantando,
derramando su pasión.

Brazos extendidos al tiempo,
dejando mojar mi esencia,
saboreando dulcemente,
con mi cuerpo que ahora inerte
disfruta de su presencia.

Maravilloso escenario
que nos regala el creador.
Hermoso e inspirador,
de cantos y de poesía,
que alimenta el alma mía,
de la pasión de Dios.

Que mañana tan linda,
una mañana lluviosa.

Dedicado a cada persona que con sensibilidad dejó caer granos de su vida sobre el pasto mojado. A quienes con amor han sabido escuchar al que no dijo nada. Para aquellos que derramaron una lagrima después de la escena final de la película. A ustedes que decidieron tomarse unos minutos para sentarse, respirar, cerrar los ojos y dejar de pensar. A quienes tomaron la decisión de no aprender del error cometido y lo volvieron a hacer. A quien tomo las riendas de su vida y decidió ser feliz con lo poco que tenia. Al inocente que se atrevió a soñar.